CONSEJOS DE
MAQUILLAJE PARA UNA PIEL MADURA
El envejecimiento de la piel empieza a partir de los 25 años y es, por tanto una
evolución muy lenta la que va modificando rasgos;
Los rostros empiezan a acusar el paso del tiempo necesitan
un maquillaje completo pero muy suavizado y matizado. La fase más delicada es
la referente a la piel, ya que a partir de cierta edad la piel se vuelve más
seca y marcada y las pequeñas imperfecciones crean sombras indeseables que
restan luminosidad al rostro.
Por otro lado, cuanto más se envejece más fina se vuelve la
piel, y conviene elegir productos especiales para pieles sensibles, cualquiera
que sea el tipo de piel que haya tenido.
PAUTAS RECOMENDADAS
PARA UNA PIEL MADURA
El maquillaje tiene
que ser ligero, suave y lo más natural posible.
El fondo de maquillaje debe ser luminoso y lo más parecido
al tono de la piel, ya que los oscuros envejecen los rasgos y los oscurecen.
Se debe empolvar ligeramente para unificar la tez, pero no
en exceso para no secar demasiado la piel ni dar un aspecto rugoso. En las zonas
cubiertas por ciertas arrugas (contorno de ojos y labios) es preferible aplicar
los polvos con la brocha para que no se apelmacen sobre ellas.
Es mejor no intentar disimular las arrugas alrededor de los
ojos con un fondo de maquillaje muy cubriente sino todo lo contrario, conviene
elegir uno ligero, ultra fino e hidratante que no delate las arrugas sino las
suavice. Es muy conveniente aplicar previamente en esta zona un gel para el
contorno de ojos, esperando a que penetre.
Se deben alcanzar las zonas oscuras, como el ángulo interno
del ojo, los pliegues de las bolsas y los surcos de los lados de la nariz y de
la boca, y oscurecer las mandíbulas, el doble mentón y los parpados superiores,
las tres zonas que más acusan la relajación de los tejidos. Estos claros y
sombras, por supuesto, deben ser difuminados al máximo y fundidos totalmente
con el fondo de maquillaje para que resulten lo más natural posible y el cutis
quede uniforme.
No hay que olvidar nunca el cuello, que traiciona la edad
mucho antes que la cara. Además, su piel suele ser más clara que la del rostro,
lo que resta resplandor al maquillarse y entristece el cutis. Se debe aplicar,
muy ligeramente, fondo de maquillaje y polvos.
El colorete se debe colocar muy alto, cerca del parpado
inferior del ojo y levantando hacia las sienes para contrarrestar la relajación
del rostro.
Las cejas hay que mantenerlas espesas, el aspecto más
natural posible, ya que según vamos envejeciendo se van quedando escasas.
Los ojos en general, acentúan su tendencia natural, es
decir, se hacen más saltones o se hunden. Si se hunden hay que aclarar el
conjunto del parpado móvil (lo mejor antes de la sombra hay que aplicar un
corrector de claro), y, si son saltones, la sombra debe ser oscura pero en un
tono natural. En ambos casos deben ser un polvo, lo más ligeros posibles y en
tonos pastel que son los mas luminosos (rosas, marrón rosado, salmón). Están
totalmente desaconsejados los tonos nacarados que acusan las arrugas y marcan
los parpados dándoles un aspecto apergaminado.
Si se dibuja el borde del parpado superior debe hacerse con
lápiz y ya que se introduce mucho menos por pliegues del parpado, además debe
difuminarse totalmente apra que no quede un trazo neto que endurece la mirada.
El tono debe ser gris o marrón, nunca negro, ya que la intensidad es fatal para
la suavidad de la mirada.
Las pestañas deben colorearse también con marrón o gris, se
recomiendan y solo con una capa ligera.
Los labios van perdiendo pigmentación con la edad y el
contorno se va desdibujando, por lo que deben maquillarse en todos los casos
siguiendo todos los pasos, sin saltarse el dibujo del contorno con un lápiz
para destacarlo y subir las comisuras. Se deben evitar los rojos fuertes o
demasiados llamativos, y elegir las rosas, salmón, rosa palo, etc... Las barras
cremosas o transparentes son las más aconsejadas mientras que los brillos deben
evitarse ya que desbordan por las arrugas del contorno.